martes, 12 de febrero de 2013

"Teoría del desarrollo capitalista" Swezzy.

Sobre un modo de vida caduco y perenne a la vez.


* Esta entrada es compartida. Pertenece por igual a Sonsoles Casillas López como a Aitor Santos Vaquero.

Para finalizar la evaluación de la asignatura y añadir una nueva y rica entrada llena de utilidad al blog del que disponemos desde el comienzo de las clases en septiembre, vamos a hablar de la obra que ya hemos leído con anterioridad. La obra pertenece a Paul Marlor Swezzy, y se llama "Teoría del desarrollo capitalista". Aunque no es una obra extremadamente extensa, tan sólo hemos visto necesario centrarnos en los siete capítulos de los que, tras ser seleccionados por el profesor, va a tratar la entrada y que, por consiguiente, hemos trabajado. Así, esta entrada será un breve resumen de aquello que nos ofrece este libro que no ajeno a lo que acontece en la actualidad, hablará indirectamente de la situación desde un modelo teórico que resultará totalmente cercano a la práctica.
 

I. EL MÉTODO DE MARX

En este primer capítulo, Sweezy nos habla de Marx como núcleo principal de los comentarios y críticas planteadas al capitalismo, ideología sobre la que tratará la obra de Swezzy. Éste plantea los principales elementos de la actitud de Marx ante la economía política. Marx utiliza, dirá, el método de las "aproximaciones sucesivas", es decir, ir de lo más abstracto a lo más concreto. Es necesario decidir de qué hacer abstracción y de qué no y hay que distinguir entre lo esencial para el estudio y qué no lo es. Además, el método de Marx es histórico, pues considera que la realidad social es el proceso histórico y que, por tanto, las personas son responsables de los cambios que el sistema sufre y sufrirá.

Para Marx, la sociedad y el proceso del cambio social son los objetos de estudio. Su intención es exponer la interrelación entre los factores económicos y los no económicos en el conjunto social. "Poner al desnudo la ley económica del movimiento de la sociedad moderna", lo que le llevaría de lleno al estudio del conflicto social entre clases. En su época, el capitalismo es la fuerza que todo lo domina en la sociedad burguesa, por lo que la relación de clases principal es la que existirá entre capitalistas (burgueses) y obreros.
 
II. EL PROBLEMA DEL VALOR CUALITATIVO

Marx empieza analizando la producción simple de mercancías, que se da cuando el productor tiene sus propios medios de producción y satisface sus necesidades por el cambio con otros productores como él. Tras el detenido análisis que realiza Marx sobre la simpleza de la producción de mercancías, se enfrentará al economista británico Adam Smith, con el que discrepará en la idea de que la división del trabajo está ligada al cambio ni que la producción de mercancías sea la forma universal e inevitable de la vida económica. Para Marx, es sólo una forma de la vida económica.

Marx distingue entre ocupaciones de la Economía las cuantitativas y las cualitativas: detrás de la relación cuantitativa entre productos hay una relación específica entre productores (cualitativa). Profundiza en conceptos como el de valor de uso (relación entre el consumidor y el objeto), valor de cambio (relación cuantitativa entre las mercancías mismas), trabajo abstracto (valor que oculto detrás del valor de cambio) y fetichismo (en la producción de mercancías la relación básica entre los hombres adopta la forma de una relación entre cosas) para explicar esta diferencia de ocupaciones.

III. EL PROBLEMA DEL VALOR CUANTITATIVO

En este tercer capítulo de la obra de Swezzy, se hablará de la correspondencia que existe entre las proporciones del cambio y las proporciones del tiempo de trabajo. El trabajo mejor calificado recibe un mayor valor, por lo que se entiende por lógica que en el momento en el que oferta y demanda se equilibran el precio de mercado de una mercancía coincide con su valor real. Sin embargo, reseña Swezzy, Marx dedicó poco esfuerzo al estudio de la demanda debido a que el capitalismo para él hace que la demanda dependa de las necesidades de los consumidores.

La "ley del valor" de Marx hace referencia a las fuerzas que actúan en una sociedad productora de mercancías que regula las proporciones de cambio, la cantidad producida de cada una y la asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de la producción.


IV. PLUSVALÍA Y CAPITALISMO

Este capítulo hará una relación entre los capítulos II y III. En el capitalismo, todos los productos son mercancías. Sin embargo, la producción de mercancías no implica necesariamente la existencia del capitalismo. Cada productor posee y trabaja con sus propios medios de producción pero la propiedad de los medios de producción corresponde a unos de individuos, los burgueses, mientras que la trabajan los obreros. Tanto los medios de producción como la fuerza de trabajo son mercancías, objetos de cambio y las relaciones entre propietarios y no propietarios son relaciones de interés económico. El productor vende su producto con el fin de comprar otros productos. Las mercancías las convierte en dinero, y de ahí, una vez más en mercancías. Las mercancías son, por tanto, el principio y el fin de la transacción. El dinero es el principio y el fin. El incremento del dinero lo denomina plusvalía, y constituye el ingreso del capitalista como tal.

La fuente de trabajo es la fuente de la plusvalía porque cada trabajador llega a producir, hablando del día a día, más de por lo que es pagado. La jornada de trabajo se divide en trabajo necesario y trabajo excedente.

V. LA ACUMULACIÓN Y EL EJÉRCITO DE RESERVA

No hay duda de que el capitalismo ha sido un sistema económico y social que ha conseguido grandes cosas para el bienestar general de la sociedad (aunque los contras hayan sido a la larga demasiado pesados). Para encontrar un buen modelo capitalista que dé solución a todos estos contras, Swezzy toma el pensamiento económico de Marx (capítulos I, II, III y IV). Centrado en la teoría la Reproducción Simple de Marx, basada en que los capitalistas emplean toda la plusvalía surgida del trabajo (alienado y cosificado) de los obreros en el placer y en garantizar el mantenimiento del capitalismo, mientras que los obreros gastan todo su salario en las necesidades básicas para vivir. Para que esto se cumpla, el capital usado debe ser igual a la producción total de bienes de producción.

Los capitalistas quieren a la vez acumular y consumir. La acumulación implica un aumento de la demanda de fuerza de trabajo. Pero si aumenta la demanda de una mercancía, su precio sube asimismo, desviándose del precio con respecto al valor. Por lo que el equilibrio de oferta y demanda está ausente en la fuerza de trabajo. Éste tiene un precio natural y un precio de mercado. El precio natural en este caso es el precio necesario para que los trabajadores puedan subsistir.

Marx añadió el concepto “Ejército de reserva del trabajo” para denominar a los obreros desocupados debido a la gran inversión en máquinas que favorecen a la producción de mercancías.

VI. LA TENDENCIA DESCENDENTE DE LA TASA DE GANANCIA

Marx enunció seis causas contrarrestantes que anulaban la ley general de la tasa descendente de la ganancia. Algunas de ellas serán:

1. Abaratamiento de los elementos del capital constante.- es el uso creciente de maquinarias, elevando la productividad del trabajo y disminuyendo el valor por unidad del capital.
2. Aumento de la intensidad de explotación.- prolongación de la jornada laborar.

3. Depresión de los salarios más debajo de su valor.- la reducción constante de los salarios.

4. Sobrepoblación relativa.- es el ejército de reserva provocado por el aumento de maquinarias reemplazando puestos de trabajo.

 
Si la tasa de plusvalía se mantiene significa que tiene una elevación de los salarios reales, proporcional al aumento en la productividad del trabajo.

A continuación se van a establecer una serie de fuerzas que pueden deprimir o elevar la tasa de ganancias.

  • Fuerzas que tienden a deprimir:

1. Sindicatos. Combatiendo los intereses del sector correspondiente.

2. Acción del Estado en beneficio de los trabajadores. Suele tomar diversas formas, como la limitación de la jornada o el seguro contra desempleo.
 
  • Fuerzas que tienden a elevar:
 
3. Organización patronal. Actúan para mejorar la posición contractual del capital frente al trabajo.

4. Exportación del capital. Actúa para mitigar la presión sobre el mercado de trabajo doméstico.

5. Formación de monopolios. Estos favorecen la tasa de ganancias debido a la ausencia de competidores.


VII LA NATURALEZA DE LA CRISIS CAPITALISTA


Marx no pudo realizar un análisis profundo de la crisis capitalista. Dentro de esta crisis, en la que coinciden mercancías invendibles y necesidades insatisfechas, cada productor ha producido más de lo que puede vender.

Un discípulo de Adam Smith, Jean Baptiste Say, creó la “Ley de Say” que explicaba que no se pude interrumpir el proceso natural del capitalismo. Lo que ocurre es que la venta y compra están separadas en el tiempo y en el espacio. Es tan sencillo de entender como si uno vende y deja de comprar el resultado es la crisis y la sobreproducción.

La economía capitalista ha caído con frecuencia en diferentes y opuestos errores que han originado la crisis del sistema. El error de suponer que bajo la influencia del capitalismo cada uno es impulsado por el deseo de obtener ganancias, y el de que cada uno se interesa sólo por el valor de uso. La tasa de ganancias desaparece o bien se vuelve negativa, lo que origina la crisis del sistema capitalista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario