Sobre
un modo de vida caduco y perenne a la vez.
* Esta entrada es compartida.
Pertenece por igual a Sonsoles Casillas López como a Aitor Santos
Vaquero.
Para finalizar la evaluación de la
asignatura y añadir una nueva y rica entrada llena de utilidad al blog del que
disponemos desde el comienzo de las clases en septiembre, vamos a hablar de la
obra que ya hemos leído con anterioridad. La obra pertenece a Paul Marlor
Swezzy, y se llama "Teoría del desarrollo capitalista". Aunque no es una
obra extremadamente extensa, tan sólo hemos visto necesario centrarnos en los
siete capítulos de los que, tras ser seleccionados por el profesor, va a tratar
la entrada y que, por consiguiente, hemos trabajado. Así, esta entrada será un
breve resumen de aquello que nos ofrece este libro que no ajeno a lo que
acontece en la actualidad, hablará indirectamente de la situación desde un
modelo teórico que resultará totalmente cercano a la práctica.
I. EL MÉTODO
DE MARX
En este primer capítulo, Sweezy
nos habla de Marx como núcleo principal de los comentarios y críticas planteadas
al capitalismo, ideología sobre la que tratará la obra de Swezzy. Éste plantea
los principales elementos de la actitud de Marx ante la economía política. Marx
utiliza, dirá, el método de las "aproximaciones sucesivas", es decir, ir
de lo más abstracto a lo más concreto. Es necesario decidir de qué hacer
abstracción y de qué no y hay que distinguir entre lo esencial para el estudio y
qué no lo es. Además, el método de Marx es histórico, pues considera que la
realidad social es el proceso histórico y que, por tanto, las personas son
responsables de los cambios que el sistema sufre y sufrirá.
Para Marx, la sociedad y el
proceso del cambio social son los objetos de estudio. Su intención es exponer la
interrelación entre los factores económicos y los no económicos en el conjunto
social. "Poner al desnudo la ley económica del movimiento de la sociedad
moderna", lo que le llevaría de lleno al estudio del conflicto social entre
clases. En su época, el capitalismo es la fuerza que todo lo domina en la
sociedad burguesa, por lo que la relación de clases principal es la que existirá
entre capitalistas (burgueses) y obreros.
II. EL
PROBLEMA DEL VALOR CUALITATIVO
Marx empieza analizando la
producción simple de mercancías, que se da cuando el productor tiene sus propios
medios de producción y satisface sus necesidades por el cambio con otros
productores como él. Tras el detenido análisis que realiza Marx sobre la
simpleza de la producción de mercancías, se enfrentará al economista británico
Adam Smith, con el que discrepará en la idea de que la división del trabajo está
ligada al cambio ni que la producción de mercancías sea la forma universal e
inevitable de la vida económica. Para Marx, es sólo una forma de la vida
económica.
Marx distingue entre ocupaciones
de la Economía las cuantitativas y las cualitativas: detrás de la
relación cuantitativa entre productos hay una relación específica entre
productores (cualitativa). Profundiza en conceptos como el de valor de
uso (relación entre el consumidor y el objeto), valor de cambio (relación
cuantitativa entre las mercancías mismas), trabajo abstracto (valor que oculto
detrás del valor de cambio) y fetichismo (en la producción de mercancías la
relación básica entre los hombres adopta la forma de una relación entre cosas)
para explicar esta diferencia de ocupaciones.
III. EL PROBLEMA DEL VALOR
CUANTITATIVO
En este tercer capítulo de la obra
de Swezzy, se hablará de la correspondencia que existe entre las proporciones
del cambio y las proporciones del tiempo de trabajo. El trabajo mejor calificado
recibe un mayor valor, por lo que se entiende por lógica que en el momento en el
que oferta y demanda se equilibran el precio de mercado de una mercancía
coincide con su valor real. Sin embargo, reseña Swezzy, Marx dedicó poco
esfuerzo al estudio de la demanda debido a que el capitalismo para él hace que
la demanda dependa de las necesidades de los
consumidores.
La "ley del valor" de Marx
hace referencia a las fuerzas que actúan en una sociedad productora de
mercancías que regula las proporciones de cambio, la cantidad producida de cada
una y la asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de la
producción.
IV. PLUSVALÍA
Y CAPITALISMO
Este capítulo hará una relación
entre los capítulos II y III. En el capitalismo, todos los productos son
mercancías. Sin embargo, la producción de mercancías no implica necesariamente
la existencia del capitalismo. Cada productor posee y trabaja con sus propios
medios de producción pero la propiedad de los medios de producción corresponde a
unos de individuos, los burgueses, mientras que la trabajan los obreros. Tanto
los medios de producción como la fuerza de trabajo son mercancías, objetos de
cambio y las relaciones entre propietarios y no propietarios son relaciones de
interés económico. El productor vende su producto
con el fin de comprar otros productos. Las mercancías las convierte en dinero, y
de ahí, una vez más en mercancías. Las mercancías son, por tanto, el principio y
el fin de la transacción. El dinero es el principio y el
fin. El incremento del dinero lo denomina plusvalía, y constituye el ingreso del
capitalista como tal.
La fuente de trabajo es la fuente
de la plusvalía porque cada trabajador llega a producir, hablando del día a día,
más de por lo que es pagado. La jornada de trabajo se divide en trabajo
necesario y trabajo excedente.
V. LA
ACUMULACIÓN Y EL EJÉRCITO DE RESERVA
No hay duda de que el capitalismo
ha sido un sistema económico y social que ha conseguido grandes cosas para el
bienestar general de la sociedad (aunque los contras hayan sido a la larga
demasiado pesados). Para encontrar un buen modelo capitalista que dé
solución a todos estos contras, Swezzy toma el pensamiento económico de Marx
(capítulos I, II, III y IV). Centrado en la teoría la
Reproducción Simple de Marx, basada en que los capitalistas emplean toda la
plusvalía surgida del trabajo (alienado y cosificado) de los obreros en el
placer y en garantizar el mantenimiento del capitalismo, mientras que los
obreros gastan todo su salario en las necesidades básicas para vivir. Para que
esto se cumpla, el capital usado debe ser igual a la producción total de bienes
de producción.
Los capitalistas quieren a la vez
acumular y consumir. La acumulación implica un aumento de la demanda de fuerza
de trabajo. Pero si aumenta la demanda de una mercancía, su precio sube
asimismo, desviándose del precio con respecto al valor. Por lo que el equilibrio
de oferta y demanda está ausente en la fuerza de trabajo. Éste tiene un precio natural y un
precio de mercado. El precio natural en este caso es el precio necesario para
que los trabajadores puedan subsistir.
Marx añadió el concepto
“Ejército de reserva del trabajo” para denominar a los obreros
desocupados debido a la gran inversión en máquinas que favorecen a la producción
de mercancías.
VI. LA
TENDENCIA DESCENDENTE DE LA TASA DE GANANCIA
Marx enunció seis causas
contrarrestantes que anulaban la ley general de la tasa descendente de la
ganancia. Algunas de ellas serán:
1. Abaratamiento
de los elementos del capital constante.- es el uso creciente de maquinarias,
elevando la productividad del trabajo y disminuyendo el valor por unidad del
capital.
2. Aumento
de la intensidad de explotación.- prolongación de la jornada
laborar.
3. Depresión de los salarios más debajo de su
valor.- la
reducción constante de los salarios.
4. Sobrepoblación relativa.- es el
ejército de reserva provocado por el aumento de maquinarias reemplazando puestos
de trabajo.
Si la tasa de plusvalía se
mantiene significa que tiene una elevación de los salarios reales, proporcional
al aumento en la productividad del trabajo.
A continuación se van a establecer
una serie de fuerzas que pueden deprimir o elevar la tasa de
ganancias.
- Fuerzas que tienden a deprimir:
1. Sindicatos.
Combatiendo los intereses del sector correspondiente.
2.
Acción
del Estado en beneficio de los trabajadores. Suele tomar diversas formas,
como la limitación de la jornada o el seguro contra
desempleo.
- Fuerzas que tienden a elevar:
3.
Organización
patronal. Actúan para mejorar la posición contractual del capital frente al
trabajo.
4.
Exportación
del capital. Actúa para mitigar la presión sobre el mercado de trabajo
doméstico.
5.
Formación
de monopolios. Estos favorecen la tasa de ganancias debido a la ausencia de
competidores.
VII LA NATURALEZA DE LA CRISIS
CAPITALISTA
Marx no pudo realizar un análisis
profundo de la crisis capitalista. Dentro de esta crisis, en la que
coinciden mercancías invendibles y necesidades insatisfechas, cada productor ha
producido más de lo que puede vender.
Un discípulo de Adam Smith, Jean
Baptiste Say, creó la “Ley de Say” que explicaba que no se pude interrumpir el
proceso natural del capitalismo. Lo que ocurre es que la venta y
compra están separadas en el tiempo y en el espacio. Es tan sencillo de entender
como si uno vende y deja de comprar el resultado es la crisis y la
sobreproducción.
La economía capitalista ha caído
con frecuencia en diferentes y opuestos errores que han originado la crisis del
sistema. El error de suponer que bajo la influencia del capitalismo cada uno es
impulsado por el deseo de obtener ganancias, y el de que cada uno se interesa
sólo por el valor de uso. La tasa de ganancias desaparece
o bien se vuelve negativa, lo que origina la crisis del sistema
capitalista.
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