martes, 30 de octubre de 2012

Noticia.


LEYES ANTITABACO, CUANTO MÁS RESTRICTIVAS MEJOR PARA LA SALUD.

A medida que va aumentando el número de países que incorporan en su legislación leyes que restringen el tabaco en lugares públicos, más son los estudios que analizan su impacto y consecuencias para la salud. Esta semana son varias las investigaciones que han analizado este tema y llegan a la misma conclusión: esta normativa protege la salud y ahorra en gastos sanitarios. ¿Cuánto? De un 15% a un 30% menos de ingresos por infarto de miocardio, según los países analizados, y unos 5,3 millones de euros ahorrados en Alemania debido a esa reducción de ataques al corazón.

El tabaquismo pasivo genera enfermedad cardiovascular, respiratoria y neoplásica en las personas no fumadoras, según han constatado múltiples estudios. Diferentes investigaciones sugieren que el efecto cardiovascular de la exposición al humo del tabaco es casi tan grande en los no fumadores como en las personas que fuman. Prohibir el tabaco en lugares públicos consigue una mejora de la salud pública y de los problemas cardiovasculares.

Desde que se han ido conociendo estos datos, son más los países de todo el mundo que han ido incorporando normas que restringen fumar bien en el trabajo, en los restaurantes, en los bares o en muchos lugares públicos. Un estudio que publica la revista 'Circulation' y otro recogido por 'Archives of Internal Medicine' han evaluado la incidencia de problemas cardiacos y respiratorios antes y después de haber incorporado leyes antitabaco.

El estudio de 'Archives of Internal Medicine' se ha limitado a analizar el impacto de esta normativa en el condado de Olmsted en el estado estadounidense de Minnesota, con una población de unos 144.000 habitantes, donde se incorporó una ley que prohibía el tabaco en restaurantes. Según su valoración, que tuvo en cuenta los infartos de miocardio producidos 18 meses antes de la normativa y 18 meses después, la legislación antitabaco redujo la incidencia de ataques cardiacos un 33%.

Por su parte, la investigación publicada en Circulation revisó los datos de 45 estudios que cubrían 33 legislaciones antitabaco tanto locales como estatales de diferentes lugares del mundo, como Estados Unidos, Uruguay, Nueva Zelanda o Alemania. En ellos se había analizado no sólo los casos de infartos de miocardio sino también la incidencia de ictus (accidentes cerebrovasculares), enfermedades respiratorias y otros problemas.

Según esta revisión, la legislación fue asociada con un 15% menos de ingresos por infartos de miocardio y un 16% menos de hospitalizaciones por ictus. Además, también generó impacto sobre los problemas respiratorios, como el asma o infecciones pulmonares, reduciéndolos en un 24%.

Otro dato que pudo extraerse de este estudio fue que cuanto más restrictiva fue la legislación, mayor fue el beneficio, es decir, aquellas leyes que protegían a los no fumadores en el trabajo, restaurantes y bares contribuyeron a que se produjeran menos ingresos por las enfermedades mencionadas.




Pienso que el prohibir fumar en lugares públicos ha sido una buena decisión, ya que como vemos en la noticia, esto protege la salud y ahorra en gastos sanitarios. Esta legislación reduce hasta un 33% los ingresos por infartos o ictus y también algunas patologías respiratorias, como el asma. Además las leyes generan un cuantioso ahorro en el sistema sanitario de cada país.

También pienso que esta ley beneficia tanto a fumadores activos como pasivo, ya que los pasivos no tienen que compartir el humo del tabaco de los fumadores activos en áreas donde coincidan y sean lugares públicos; y lo activos reducen el consumo de tabaco diario al no poder fumar en cualquier lugar.

 

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